Hola amigos, espero
estén teniendo una excelente semana. Estamos al final de la misma y la verdad
han ocurrido un par de cosillas muy interesantes en nuestro entorno, y hoy
hablaremos sobre algunas de esas cosillas que nos han dicho la gente de
Samsung, que nos hicieron la visita, sobre uno de los teléfonos mejor diseñados
(a mi criterio) hasta la fecha, el Samsung Galaxy S6 Edge. También ahondaremos
en lo que será en adelante la serie Galaxy Sx de Samsung; qué es lo que harán
en adelante con dicha serie y otras series recién creadas por el gigante de
Seul, que inició vendiendo alimentos desde Daegu (¿y entonces, cuál es el
problema? si Nokia comenzó vendiendo papel y cartón :’D jaja).
Samsung Galaxy S6 Edge... bello, bello, bellooooooooo
Samsung en los últimos
años estaba como yendo a ningún lado, estaban siendo exageradamente continuistas
y hasta barateros; pagabas cientos de dólares ya sea comprando un equipo de su
marca o en contratos de un año y medio o dos y el teléfono, además de sentirse
barato (plástico), no te duraba ni el año, ya sea por muerte súbita, desgaste
de materiales o alguna falla a corto/mediano plazo. Y a eso agregamos una
enorme fragmentación del OS Android, a través de una exagerada cartera de
modelos, que si bien había para todos los gustos, honestamente se pasaron, ya
que de tantos modelos, alguno te tocaba que se quedaba sin soporte ni
actualizaciones. Plop descomunal!!!
Sin embargo, al
parecer alguien en la cúpula de la surcoreana dijo (me imagino este escenario):
“mier…, ¿qué estamos haciendo? PUM –golpe sobre la mesa-, cambiemos TODO de un
solo carajazo!!!” Y vaya que cambiaron todo… los dos nuevos modelos, Samsung
Galaxy S6 y S6 Edge son verdaderas joyas de diseño. Y ni hablar de su nueva
segmentación de series, hablando de los A3, A5, A7, E5, E7…
Especial mención tiene
el S6 Edge. El teléfono es otra cosa, es diferente. Tiene ciertas similitudes
con su hermano el S6, pero es que es distinto, en serio… son del mismo tamaño,
pero se siente más cómodo el Edge; están hechos con el mismo material (aluminio
anodizado y cristal), pero el Edge se siente más seguro en la mano; tienen las
mismas características pero el Edge tiene un plus que lo hace ser un teléfono
más fino que su hermano y, por ende, más costoso.
Samsung Galaxy S6 Edge vs. Galaxy S6, tan distintos e iguales a la vez
La principal
diferencia entre un S6 y un S6 Edge se ve a simple vista: la pantalla curva del
último. Si bien, para mi concepto, no es algo “realmente útil” (aun siendo que
Samsung ha sabido aprovechar casi al máximo esa curvatura, son añadiduras que
al final no extrañarás si cambias de gama próximamente), le da un toque de
diferencia entre uno y otro. Pero es que la coreana se encargó no sólo de hacer
esa pantalla curva, sino de cambiar radicalmente el diseño y hacerle sentir
diferente; en serio, tiene un no sé qué que qué se yo, jajajajaja.
Samsung Galaxy S6 Edge y su área de notificaciones con la pantalla apagada, a la derecha. ¿Util? puede que sí. ¿Necesario? honestamente no. ¿Bello? definitivamente.
Como dije en esta entrada, Samsung hizo un reboot total, no se veía
tal cambio desde el S3 (sin embargo, aquel cambio fue para fatal) y hasta ahora
la apuesta les ha salido bien. Ha sido tal el reboot que incluso no esperen una
serie ni Mini, ni Zoom, ni Active del equipo, en parte por los materiales con
los que están hechos, pero más por el tiempo de ensamblado de cada uno (aprox.
3 días para ensamblar una unidad). Siendo así, y viendo que en realidad no les
había sido rentables las versiones Mini anteriores y viendo también que su más
fuerte competidor hizo lo mismo con el iPhone 5C y no les fue en lo absoluto
bien, Samsung dejará los teléfonos médium-end en sus otras series (fuertes por
cierto, en las series Ax, Jx y Ex) y dejará la serie Sx para sus pesos pesados,
y es que la gente ya se estaba haciendo de lado dicha serie y estaba
considerando a la serie Note como la verdadera estandarte de la marca en el
segmento móvil. Bien hecho, Samsung!!!
No sólo el diseño fue
objeto de la reingeniería de Samsung, sino también su software: el dichoso y
bendito TouchWiz por fin fue aligerado, aunque no es para tirar fuegos
artificiales, porque aún sigue siendo torpe, pero al menos ya escucharon a sus
usuarios. Y ahora, además, están poniendo cosas realmente útiles, como el Knox,
que es una serie de soluciones que te permiten proteger a tu teléfono y al
acceso a ciertas apps que desees. También cambiaron la nube Dropbox por
OneDrive (para mí, más completa y con mayor capacidad gratuita) y la
personalización es perfecta, permitiéndote cambiar el diseño del launcher a tu
gusto de forma muy sencilla desde la tienda Galaxy Apps.
Interface con la pantalla bloqueada de TouchWiz... más limpia y estética.
Lo de Samsung no solo
fue un lavado de cara, fue una reestructuración total y un cambio de rumbo,
digo, que fue un baño con ducha caliente y jabón de hierbas aromáticas pues. Lo
que no me gusto fue que no estén utilizando los procesadores Qualcomm, pero es
que la reestructuración pasó también por la arquitectura de sus procesadores
Exynos, los cuales, según el uso –somero- que le hemos dado a sus equipos, ya
no decepciona (tanto)… arriesgarse a la arquitectura de 64-bits les ha salido
por el momento muy bien, no percibí recalentamiento en el uso de los equipos,
algo muuuuuuy raro en estos días.
Tema aparte es lo de
la tan añorada batería extraíble: señores, eso será un estándar y por fin
Samsung lo comprendió… sus equipos de todas las series mencionadas, salvo el
Note 4, ya no tienen la batería extraíble; ok, un fabricante debe estar seguro
de lo que hace, porque es la primera opción que sus usuarios tienen en caso de
que se congele sus teléfonos (sacarle la batería) y no es que Android sea de lo
más estable, pero es que la construcción de los equipos de hoy en día se basan
en un cuerpo “unibody”, lo que garantiza un mejor manejo e inclusive
resistencia (nos confirman de Samsung que el equipo sí es resistente al agua,
mas no sumergible… ojo!!!). En lo que respecta en lo de reemplazarle la
batería, pues en el mercado hay infinidad de cargadores portátiles y hasta
covers cargadores que cumplen a cabalidad su cometido, así es que no creo que
se eche de menos el poder cambiarle la batería.
Inclusive los teléfonos de gama media vienen con la batería no extraible, como el Samsung Galaxy A3 (que por cierto, parece un mini Note 4, jejeje)
Gente, he dicho varias
veces que me encanta Android, y en su momento era fanboy de Samsung, pero todo
hasta el S2, de ahí se rompió mi relación con la marca y me incliné por otras
como Sony y ahora recientemente LG (que también ha hecho una reingeniería
similar a la de Samsung); pero Samsung ha estado haciendo las cosas bien como
para que me plantee regresarme con un S6 Edge, es realmente hermoso, estable,
rápido… una verdadera joya. Ahora es que viene la competencia de verdad,
veremos de todo en adelante!!!
Bueno amig@s esto es
todo lo que tengo que decir sobre la marca, nos leemos en otra entrada y ten en
cuenta: que la tecnología no te asuste, está para ayudarte y hacerte la vida
más fácil!!!
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